Cómo ya conocemos de sobra, son muchos los beneficios de la dieta mediterránea en términos de salud, así es sabido que encontramos un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes y otras enfermedades.
Además de esto, se ha demostrado que la dieta mediterránea aporta un beneficio manifiesto en la menopausia en cuanto al aparato locomotor, esto es, huesos y músculos.
A partir de la menopausia, se produce un descenso de la masa ósea, que conlleva un aumento de la fragilidad de los músculos, esto puede llevar a la osteoporosis y el consiguiente riesgo de fractura de huesos, sobre todo caderas, vértebras y muñecas. Estos es debido al descenso de estrógenos, hormona producida por los ovarios fundamentalmente. Asímismo, durante la menopausia se produce también un descenso de la masa muscular, y la masa muscular también protege del debilitamiento de los huesos.
Pues bien, estudios han demostrado que la dieta mediterránea mejora la calidad y densidad de los huesos durante la menopausia y también ayuda a conservar la masa muscular.
Es la dieta basada fundamentalmente en el consumo regular de frutas, verduras, grano, patatas, pasta, aceite de oliva, semillas, pescado y bajo consumo de grasas animales saturadas, lácteos y carnes rojas. En este enlace, puede encontrar consejos para seguir dieta mediterránea: https://dietamediterranea.com/nutricion-saludable-ejercicio-fisico/.
La combinación de estos hábitos con el ejercicio físico, ayudarán a una menopausia más satisfactoria, la realización de ejercicio regular durante la menopausia, ha demostrado ayudar a mantener la masa muscular y mejorar también la calidad de los huesos, pero además está demostrado que puede mejorar el estado de ánimo, ayudar a dormir mejor, además de los consiguientes beneficios de salud atribuibles al ejercicio. Simplemente caminar a un ritmo alto diariamente durante 30 minutos puede aportar un beneficio manifiesto.