Acudir al ginecólogo no tiene por qué convertirse en una experiencia negativa.
La consulta de Ginecología y en concreto las revisones ginecológicas son importantes, pues pueden ayudarnos a descubrir patologías que no dan la cara ó se manifiestan muy tarde y también se pueden solucionar problemas de modo que mejore sustancialmente la calidad de vida de la mujer.
A menudo, se tiene la idea que acudir al ginecólogo sólo es necesario durante el embarazo, pero son muchas la situaciones en las que la mujer puede beneficiarse de la visita al ginecólogo.
Las revisiones de rutina anuales con frecuencia nos sorprenden con hallazgos inesperados y que sólo se pueden detectar en una revisión. Algunas patologías y enferemedades tardan en hacerse notar.
Otras ocasiones, los motivos para acudir al ginecólogo no son graves, pero pueden alterar nuestra vida:
- En ocasiones la presencia de dolor o hinchazón abdominal puede interferir con nuestro bienestar diario y deberse a patologías de ovario o útero.
- Las alteraciones de la regla, tanto respecto al dolor y síntomas asociados, como la duración como la frecuencia pueden tener fácil solución si se consulta al especialista adecuado.
- Los cambios derivados de la menopausia o etapa previa a la menopausia, pueden hacerse más llevaderos: con frecuencia, estos cambios suponen afectación del sueño, ansiedad, falta de relajación, bajo estado de ánimo, sofocos y hasta afectación de la vida sexual por dificultad en el coito (fundamentalmente por sequedad)
- Molestias frecuentes como la irritación y picor de áreas genitales pueden tener fácil solución, además es preciso descartar otras patologías subyacentes más graves
- Los exámenes de mama son siempre más fiables si son llevados a cabo por un profesional, hay que tener en cuenta que el cáncer de mama tiene hoy una supervivencia de hasta el 85% si se detecta precozmente.
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