La Colposcopia consiste en explorar y analizar el cuello del útero o cérvix mediante un sistema de lentes de aumento similar a un microscopio para así detectar la posible presencia de alteraciones y evaluarlas.
Para realizar la colposcopia, es preciso el uso de un espéculo (como si fuéramos a tomar una citología) y aplicar una solución líquida para una mejor visualización del cuello del útero. Es un proceso indoloro, no más molesto que pueda ser una revisión rutinaria ginecológica.
A través del colposcopio, vemos el cérvix en aumento y con más precisión y definición, pudiendo detectar aquellas zonas donde haya una alteración. En ocasiones, es preciso obtener una muestra o biopsia de alguna zona que nos llame la atención o de la que sospechemos que sea anormal, lo cual no aumenta en gran medida la molestia ocasionada.
La colposcopia se realiza en consulta, y no en quirófano, en nuestro centro disponemos de una sala habilitada para este fin con todo el equipamiento preciso. La duración oscila entre 15 y 25 minutos según cada caso y no precisa de periodo de recuperación, se puede volver a la actividad habitual de inmediato, en el mismo día.