El uso del láser ha demostrado ser muy útil en casos de incontinencia de orina y alteraciones del suelo pélvico, regenerando los tejidos que dan soporte a la vejiga y evitando así la pérdida de orina. Se aplica dentro de la vagina, siendo totalmente indoloro y permitiendo una incorporación inmediata a la actividad habitual sin necesidad de anestesia. Gracias a esta técnica podemos evitar pasar por quirófano por incontinencia de orina.
También ha demostrado gran utilidad el láser en casos de sequedad vaginal, frecuente alrededor y tras la menopausia y tras los partos. Durante estos periodos, la vagina pierde elasticidad y lubricación, a consecuencia de las alteraciones hormonales que se originan. Así, con la simple aplicación del láser en la vagina, igualmente de forma indolora, se pueden aliviar estos síntomas activando un proceso natural, la regeneración del tejido vaginal por la sustitución del tejido vaginal deteriorado por uno nuevo, es por esto que esta técnica se llama rejuvenecimiento vaginal.
Otra aplicación en la que ha demostrado gran utilidad el láser en los casos de prurito o escozor en los genitales externos, sobre todo cuando la causa es una alteración de la piel de esa zona, más frecuente durante y tras la menopausia. Igualmente, la aplicación del láser permite regenerar los tejido y sustituir de forma natural el tejido que causa el escozor por un tejido sano y nuevo.